Horizontes del suelo.
Se entiende la estructura de un suelo como la distribución o
diferentes proporciones que presentan los distintos tamaños de las partículas
sólidas que lo conforman, y son:- Materiales finos, (arcillas y limos), de gran abundancia en relación a su volumen, lo que los confiere una serie de propiedades específicas, como: Cohesión.
- Adherencia.
- Absorción de agua.
- Retención de agua.
- Materiales medios, formados por tamaños arena. Materiales gruesos, entre los que se encuentran fragmentos
de la roca madre, aún sin degradar, de tamaño variable.
La evolución natural del suelo produce una estructura vertical “estratificada” (no en el sentido que el término tiene en Geología) a la que se conoce como perfil. Las capas que se observan se llaman horizontes y su diferenciación se debe tanto a su dinámica interna como al transporte vertical.
El transporte vertical tiene dos dimensiones con distinta influencia según los suelos. La lixiviación, o lavado, la produce el agua que se infiltra y penetra verticalmente desde la superficie, arrastrando sustancias que se depositan sobre todo por adsorción. La otra dimensión es el ascenso vertical, por capilaridad, importante sobre todo en los climas donde alternan estaciones húmedas con estaciones secas.
Se llama roca madre a la que proporciona su matriz mineral al suelo. Se distinguen suelos autóctonos, que se asientan sobre su roca madre, lo que representa la situación más común, y suelos alóctonos, formados con una matriz mineral aportada desde otro lugar por los procesos geológicos de transporte.
Horizontes
Se llama horizontes del suelo a una serie de niveles horizontales que se desarrollan en el interior del mismo y que presentan diferentes caracteres de composición, textura, adherencia, etc. El perfil del suelo es la organización vertical de todos estos horizontes.
Clásicamente, se distingue en los suelos completos o evolucionados tres horizontes fundamentales que desde la superficie hacia abajo son:
Horizonte O, "Capa superficial del horizonte A"
Horizonte A, o zona
de lavado vertical: Es el más superficial y en él enraíza la vegetación
herbácea. Su color es generalmente oscuro por la abundancia de materia orgánica
descompuesta o humus elaborado, determinando el paso del agua arrastrándola
hacia abajo, de fragmentos de tamaño fino y de compuestos solubles.Horizonte B o zona de Precipitado: Carece prácticamente de humus, por lo que su color es más claro (pardo o rojo), en él se depositan los materiales arrastrados desde arriba, principalmente, materiales arcillosos, óxidos e hidróxidos metálicos, etc., situándose en este nivel los encostramientos calcáreos áridos y las corazas lateríticas tropicales.
Horizonte C o subsuelo: Está constituido por la parte más alta del material rocoso in situ, sobre el que se apoya el suelo, más o menos fragmentado por la alteración mecánica y la química (la alteración química es casi inexistente ya que en las primeras etapas de formación de un suelo no suele existir colonización orgánica), pero en él aún puede reconocerse las características originales del mismo.
Horizonte D, horizonte R, roca madre o material rocoso: es el material rocoso subyacente que no ha sufrido ninguna alteración química o física significativa. Algunos distinguen entre D, cuando el suelo es autóctono y el horizonte representa a la roca madre, y R, cuando el suelo es alóctono y la roca representa sólo una base física sin una relación especial con la composición mineral del suelo que tiene encima.
Los caracteres, textura y estructura de los horizontes
pueden variar ampliamente, pudiendo llegar de un horizonte A de centímetros a
metros. Otra explicación más corta es la siguiente
La profundidad del suelo depende de factores como la
inclinación, que permite el arrastre de la tierra por las aguas, y la
naturaleza del lecho rocoso. La piedra caliza, por ejemplo, se erosiona más que
la arenisca, por lo que produce más productos de descomposición. Pero el factor
más importante es el clima y el efecto erosivo de los agentes atmosféricos.
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