El suelo como sistema ecológico
Constituye
un conjunto complejo de elementos físicos, químicos y biológicos que compone el
sustrato natural en el cual se desarrolla la vida en la superficie de los continentes.
El suelo es el hábitat de una biota específica de microorganismos
y pequeños animales que constituyen el Eda fon.
El suelo es propio de las tierras emergidas, no existiendo apenas contrapartida
equivalente en los ecosistemas acuáticos. Es importante subrayar
que el suelo así entendido no se extiende sobre todos los terrenos, sino que en
muchos espacios lo que se pisa es roca fresca, o una roca alterada sólo por
meteorización, un regolito, que no merece el nombre de suelo.Desde el punto de vista biológico, las características del suelo más importantes son su permeabilidad, relacionada con la porosidad, su estructura y su composición química. Los suelos retienen las sustancias minerales que las plantas necesitan para su nutrición vegetal y que se liberan por la degradación de los restos orgánicos. Un buen suelo es condición primera para la productividad agrícola.
En el medio natural los suelos más complejos y potentes (gruesos) acompañan a los ecosistemas de mayor biomasa y diversidad, de los que son a la vez producto y condición. En este sentido, desde el punto de vista de la organización jerárquica de los ecosistemas, el suelo es un ecosistema en sí y un subsistema del sistema ecológico del que forma parte.
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